Edgar Emmanuel Magdaleno Barajas
Alcohol y Navidad: ¿cómo sé que soy una persona alcoholica?
Una de las celebraciones icónicas y que todos esperamos en esta temporada decembrina, son las reuniones con amigos, familiares y seres queridos y “como ya es costumbre” son una apertura a la gran disponibilidad y pretexto de comer y beber para celebrar y esperar la llegada de un fin de un año lleno de cambios y retos; pero con la celebración, también puede llegar el peligro, en especial con el alcohol, bebida que se puede disfrutar y que al no existir límites, puede dañarnos física y emocionalmente (Itzia Soto,2019 ).
El alcoholismo es una enfermedad progresiva que combina una fragilidad física y la obsesión por beber, sin importar las consecuencias, y que no se puede romper sólo con fuerza de voluntad, pues al suspender el consumo de alcohol se desarrollan síntomas como la ansiedad, en conjunto con otros signos físicos (Secretaria de Salud,2016 ):
- Náuseas
- Temperatura
- Pulsos elevados
- Sudoración excesiva
- Temblores y convulsiones
Una persona que ha desarrollado alcoholismo, además, pierde el interés por lo que le rodea, enfocándose más en la bebida, pierde el control sobre la bebida, originando con ello reacciones y comportamientos negativos, por lo que se le considera un individuo que pone en riesgo su salud física y mental (CONADIC):
- Perder empleo, familia y vida social
- Baja Autoestima
- Conflictos en Relacion Personal
- Estres
- Ansiedad
- Abuso de la Aceptación Social del Consumo de Alcohol.
¿Te suena familiar?
Cabe mencionar que el consumo fuerte y frecuente de bebidas alcohólicas produce tolerancia al cuerpo, por lo que cada vez se requiere de una mayor cantidad para obtener los efectos deseados, desarrollando dependencia y facilitando la adicción, convirtiéndose en un círculo difícil de romper (Medina-Moira, 1991).
¿Cómo sé que soy una persona alcohólica?
Responde las siguientes preguntas:
- ¿Piensa y habla usted con frecuencia acerca de la bebida?
- ¿Bebe más ahora que antes?
- ¿Bebe más deprisa que los demás?
- ¿Toma frecuentemente con la intención de “relajarse”?
- ¿Ingiere varias copas aun cuando se propone no hacerlo?
- ¿Se ha sentido culpable o apenado por sus estados de ebriedad?
- ¿Ha sufrido lesiones accidentales después de ingerir bebidas alcohólicas?
- ¿Algunas veces olvida lo ocurrido (o parte de ello) mientras estuvo ebrio?
- ¿Ha perdido algún amigo por sus críticas acerca de la forma en que usted bebe o lo que hace cuando está intoxicado?
- ¿Ha tenido o tiene problemas frecuentes con la familia o con sus amigos en relación con su manera de beber?
- ¿Bebe en la mañana con la intención de combatir los efectos de la “cruda”?
- ¿Se siente a veces intranquilo o molesto porque no tiene cerca una botella de alcohol?
Si contesta “sí” a más de tres de estas preguntas, sobre todo en lo referente a las cuatro últimas, en necesario entrevistarse con un especialista para proporcionarte mayor información y que se determine, o no, tu alcoholismo (Monteiro, 2013).
También es necesario que hablemos sobre Covid-19, ya que aumentó el consumo de alcohol y otras sustancias tóxicas, siendo una manera en la que muchas personas intentan lidiar con el estrés, teniendo como otros de los resultados: la depresión estacional o December Blues que llega en tiempos decembrinos y que ha tenido un mayor efecto por la situación actual que se vive en todo el mundo.
Aunque estas fechas suponen un riesgo para el aumento del consumo, existen estrategias y herramientas de prevención. (Vidal- Infer, 2009)
En primer lugar, es importante contar con el apoyo de alguien cercano. Si se experimenta algún sentimiento negativo como la tristeza o nostalgia, hablar sobre ello con alguien de confianza puede disminuir el peso de estas emociones. Además se debe poner en sobre aviso a la persona de confianza acerca del aumento de las ganas de beber, y con la ayuda y compañía de esa persona, llevar a cabo alguna actividad u ocupación alternativa.
Respecto a las reuniones familiares, se podría revisar si los familiares pueden ser conscientes del problema de alcoholismo de la persona, y por lo tanto, podrían moderar su consumo. En caso de que no se conozca la situación o simplemente decidan no ser parte de la ayuda, es adecuado que se cuente con el apoyo de una persona de confianza que permanezca cerca en las reuniones; de manera independiente, también es importante mantener contacto con algún profesional especializado, que pueda realizar un seguimiento profesional e intensivo durante estas fechas.
Recuerda que siempre es opción: no acudir, claro, si identificas que te pones en riesgo.
Te invitamos a reconocer tus límites y que disfrutes de estas fiestas de manera sana, sin el riesgo de ponerte en peligro o a tus seres queridos; pero si te das cuenta que tienes problemas para regular tu consumo de alcohol o que de eso depende tu estado de ánimo: visita a un profesional de la salud mental. Puede exista algún antecedente no resuelto/sanado, por lo que presentes abuso o dependencia al alcohol, así que no te preocupes, hay mucho que puedes hacer al respecto.
Preocúpate si a pesar de leer esto, manifiestas resistencia o no haces nada al respecto.
Referencias
- Monteiro, M. G. (2013). Alcohol y Salud Pública en América Latina:¿ cómo impedir un desastre sanitario?. Adicciones, 25(2), 99-105.
- Medina-Mora, M. E.; Tapia, R.; Sepúlveda; Rascón, M: L.; Mariño, M. M. C.; Villatoro, J.(s.f.): “Patrones de consumo de alcohol y los síntomas de dependencia en la población urbana de la República Mexicana”. Anales 2, Instituto Mexicano de Psiquiatría 133-137, 1991.
- Secretaria De Salud, (2016).https://www.gob.mx/salud/articulos/llama-conadic-a-moderar-consumo-de-alcohol-en-fiestas-decembrinas
- Soto, I. (2019 ).Proyecto de la Unidad de Encuestas y Análisis de Datos del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz: https://invdes.com.mx/los-investigadores/lo-que-sucede-durante-las-fiestas-decembrinas/