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Aprender a dar y pedir consentimiento 

Dentro de la comunicación humana el consentimiento ha estado presente en todo momento. Este acto de aceptar algo, verbalizar que estás de acuerdo, es la base de toda relación, ya que de esta manera sabemos que sí o que no.

Dentro de diferentes escenarios, el consentimiento juega papeles diferentes, pero el objetivo siempre es el mismo, hacerle saber a los demás que concuerdas con algo que pasa, dicen o manifiestan. Dentro de los campos más comunes, donde en algún momento ya has aplicado el consentimiento, puedes encontrar: 

  • Consentimiento legal
  • Consentimiento dentro del lenguaje sexual
  • Consentimiento informado
  • Consentimiento expreso e implícito

Entre otras muchas más áreas donde se ve aplicado de manera obligatoria para una participación en alguna actividad, tan simple como en la vida diaria, donde se utiliza para todas las interacciones con el mundo y quienes te rodean, pero, ¿Por qué es tan importante el consentimiento? Aquí te explico algunos puntos del porqué: 

  • Tu voz importa

Verbalizar que das, o no tu consentimiento, es hacerle saber al mundo y las personas que están presentes, que tu perspectiva vale. Al igual que respetar las respuestas de lxs demás refleja una comprensión de tu parte, que te hace partícipe de una comunicación asertiva.

  • Relaciones saludables

Como comentamos en un inicio, el consentimiento es la base de donde parten todas las comunicaciones recíprocas, por lo que si tu objetivo es crear o fortalecer una relación saludable, darle la importancia correspondiente al consentimiento es vital para el cumplimiento de este objetivo.

  • Autorregulación

Parte desde el respeto a los límites de otras personas, aprendiendo con el tiempo y las experiencias, como alguien se debe comportar y cómo deseas ser tratadxs.

  • Cuidado mutuo

Ser receptivos ante las respuestas negativas o positivas de las personas, te ayudará a tomar las decisiones más asertivas y prevenir situaciones donde un mal entendido tenga lugar, ciudadano así la integridad de todas las personas involucradas.

En un inicio comentamos que el consentimiento es la base fundamental de toda interacción, y así es. Sin embargo, el estar abiertos a recibir una negativa o una positiva en cuanto a este consentimiento, y actuar de la manera más adecuada para el beneficio de todxs, es lo consiguiente a solo pedir consentimiento. No solo se trata de pedirlo, sino de saber cómo actuar ante la respuesta.

Sobre la autora:

Elia Paulina González

Elia Paulina González

Mariana Santacruz Rico

Licenciada en Psicología, cursando una Maestría en Terapia Cognitivo Conductual. 

Creadora de contenido con perspectiva de género y salud mental para MindIt. 

Experiencia en el área infantil y actual asistente en espacio Montessori. 

Embajadora de la comunidad We R Women On Fire, coordinadora actividades y ciberactivismo feminista. 

Participaciones con Centros de Integración Juvenil, en prevención de adicciones en primer y segundo nivel. 

Referencias:

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