Una nueva forma de resistencia femenina
En días recientes, las redes sociales se incendiaron con un video que muestra a Fátima Bosch, Miss México 2025, siendo humillada públicamente por el presidente del certamen internacional, Nawat Itsaragrisil, quien le gritó y la llamó “tonta” frente a sus compañeras durante un ensayo.
La escena no solo indignó al público, sino que marcó un antes y un después en la conversación sobre cómo las mujeres responden a la violencia simbólica y verbal en espacios de poder.
Lejos de quedarse callada, Fátima enfrentó el abuso, levantó la voz y pidió respeto, demostrando que la fortaleza femenina no se trata de aguantar, sino de poner límites y defender la dignidad.
Cuando la violencia se disfraza de autoridad
Lo que ocurrió con Fátima Bosch no fue un simple “malentendido”.
Desde la psicología, podemos identificarlo como un episodio de violencia verbal y emocional, donde el agresor utiliza la autoridad y el control jerárquico para ejercer poder sobre otra persona.
Este tipo de violencia —normalizada en muchos ámbitos, desde la televisión hasta los concursos de belleza— tiene un impacto directo en la autoestima, la autopercepción y la salud mental de quien la recibe.
El mensaje que se envía es claro: “Tu valor depende de obedecer y no cuestionar”.
Sin embargo, la respuesta de Fátima fue un acto de ruptura. En lugar de someterse, decidió resistir, una acción que psicológicamente representa una forma de autovalidación y empoderamiento emocional.
La psicología detrás del empoderamiento femenino
Desde el punto de vista psicológico, el empoderamiento no solo implica “sentirse fuerte”, sino reconocer la propia agencia y capacidad de tomar decisiones incluso en contextos adversos.
Las teorías contemporáneas de la psicología social y feminista —como las propuestas por Judith Butler o Sandra Bem— explican que el empoderamiento ocurre cuando una mujer desafía los roles tradicionales que la obligan a callar o complacer para ser aceptada.
En el caso de Fátima Bosch, su decisión de hablar es un ejemplo de resiliencia social y emocional.
Su mensaje implícito fue: “No soy menos por poner límites”, y eso resonó en miles de mujeres que, desde sus propios espacios, han vivido experiencias similares de humillación o descalificación.

Redes sociales y sororidad digital
Tras el incidente, las redes se convirtieron en un espacio de denuncia y acompañamiento.
El hashtag #YoApoyoAFátima comenzó a circular en TikTok y X (antes Twitter), donde miles de personas —especialmente mujeres jóvenes— expresaron su solidaridad.
Esta respuesta colectiva muestra cómo las redes pueden funcionar como una herramienta de sororidad digital: un espacio donde se valida el dolor, se nombra la violencia y se construye una narrativa diferente.
Desde la psicología comunitaria, este tipo de respuesta genera reparación emocional colectiva, ya que ayuda a resignificar la experiencia individual como parte de una lucha compartida.
Romper el guión: cuando callar ya no es una opción
Durante décadas, las mujeres en certámenes de belleza fueron entrenadas para sonreír, no incomodar y representar un ideal de perfección dócil.
Hoy, esa narrativa se está desmoronando.
El caso de Fátima Bosch simboliza un cambio generacional: las nuevas representantes ya no solo compiten por una corona, sino por redefinir lo que significa ser mujer en espacios públicos.
Y eso, desde la psicología feminista, es un acto político y de salud mental.
Porque cuando una mujer decide poner límites, rompe con años de condicionamiento social.
Cuando se niega a aceptar una falta de respeto, abre camino para que otras también puedan hacerlo.
De la humillación al cambio cultural
El caso de Miss México 2025 no solo habla de un episodio aislado, sino de una transformación cultural en curso.
Cada vez más mujeres están reivindicando su derecho a ser tratadas con respeto, a alzar la voz sin miedo a las consecuencias y a convertir su incomodidad en acción.
Desde la psicología, esto representa una reparación del yo: un proceso donde la mujer se reconoce como sujeto de poder y no como objeto de juicio.
Y si algo nos deja el ejemplo de Fátima Bosch, es que el empoderamiento no siempre se ve bonito ni cómodo.
A veces se ve como una mujer diciendo “¡Basta!” frente a un micrófono, en un escenario que antes exigía silencio.
Referencias
- El País (2025). Fátima Bosch, Miss México 2025, es humillada por el presidente de Miss Grand International: “No te di permiso de hablar”. Disponible en: elpais.com
- Infobae (2025). Miss México responde a humillación en Tailandia: “No me voy a quedar callada”.
- ONU Mujeres (2023). Violencia simbólica y verbal: el poder de nombrarla para erradicarla.
- Butler, J. (2004). Undoing Gender. Routledge.
- Bem, S. L. (1993). The Lenses of Gender: Transforming the Debate on Sexual Inequality. Yale University Press.
- Imágenes sujetas a derechos de autor. Facebook @Es+cultura, Diario Yucatán, @NMás video.
