Cómo identificar una disculpa manipuladora para cuidar tu salud mental 🤔
En los últimos días, el caso de Jezzini, un influencer que utilizó el tema de la salud mental para justificar errores y después ofreció una disculpa pública percibida como manipuladora, abrió un debate importante: ¿qué significa realmente pedir perdón desde la responsabilidad afectiva?
Porque seamos honest@s: una disculpa mal dada puede ser más dañina que el error original. Genera culpa, confusión y hasta pone en duda nuestra propia percepción de la realidad. Y aquí es donde entra la psicología para ayudarnos a identificar, sanar y aprender a poner límites.
🔍 ¿Qué es una disculpa manipuladora?
En psicología, una disculpa auténtica debe contener tres elementos:
- Reconocimiento del daño.
- Expresión genuina de remordimiento.
- Compromiso de cambio.
Pero, ¿qué pasa cuando esto se deforma?
- Se cambia el foco del error hacia la víctima: “pensé que tú me querías”.
- Se pide perdón por “ser un@ mism@” en lugar de por la acción concreta: “perdón por ser yo”.
- Se utiliza un tono que genera culpa en quien recibe la disculpa, en vez de asumir la propia responsabilidad.
⚠️ Esto no es vulnerabilidad, es manipulación emocional disfrazada de disculpa.
🚨 Señales de alerta de una disculpa manipuladora
- Lenguaje evasivo: “si te hice sentir mal” en lugar de “te hice daño”.
- Victimización: convertir a la persona que pide disculpas también en víctima para obtener compasión.
- Falta de acción: muchas palabras, cero cambios reales.
- Exceso de dramatismo: poner el foco en el sufrimiento propio, no en la reparación hacia la otra persona.
👉 Si reconoces estas señales, es importante detenerte: no es tu responsabilidad cargar con emociones que no te corresponden.
💔 Impacto psicológico de una disculpa manipuladora
- Confusión emocional y dificultad para confiar.
- Culpa constante, aunque no hayas hecho nada mal.
- Baja autoestima: sentir que eres “demasiado exigente” por pedir respeto.
- Ansiedad y dudas sobre tu percepción de la realidad (gaslighting emocional).
😫 A largo plazo, este tipo de dinámicas pueden derivar en estrés crónico, depresión y aislamiento emocional.

La responsabilidad afectiva no es una moda, es un principio básico de respeto en las relaciones humanas. Implica:
- Nombrar el error sin excusas: “mentí y eso te lastimó”.
- Reconocer el impacto real en la otra persona.
- Expresar disposición a reparar.
- Cambiar la conducta: porque de nada sirve un “perdón” sin acción.
Un ejemplo de disculpa desde la responsabilidad afectiva sería:
👉 “Te hablé con palabras hirientes, reconozco que eso te lastimó y fue injusto. Estoy trabajando en mi forma de comunicarme y quiero demostrarte con hechos que puedo hacerlo mejor.”
⭐️ ¿Qué hacer si recibes una disculpa manipuladora?
- Valida tus emociones: tu sentir es real y legítimo.
- Pon límites: no aceptes cargas emocionales que no te corresponden.
- Exprésalo con claridad: “esto no me hace sentir que asumas tu responsabilidad”.
- Busca apoyo psicológico si estas situaciones son constantes.
🚨 Recuerda: no estás obligad@ a perdonar si la otra persona no cambia.
❤️🩹 Lo que sí sana...
El caso de Jezzini no es solo un escándalo mediático: es un recordatorio de que la salud mental no se juega ni se manipula. Pedir perdón es un acto de sanación, pero solo cuando nace de la responsabilidad afectiva y no de la manipulación emocional.
Si has vivido una situación similar, no estás sol@. En Mind it! podemos acompañarte a trabajar límites, sanar heridas emocionales y construir relaciones más sanas.
Referencias
- American Psychological Association (APA). (2021). Why saying “I’m sorry” is so hard to do. https://www.apa.org/news/press/releases/2021/04/apologies-psychology
- Villarroel, M. (2022). Responsabilidad afectiva: una clave para las relaciones saludables. Psicología Hoy.
- Univision Noticias. (2023). Perdonar es bueno para la salud mental, y la ciencia lo confirma. https://www.univision.com/noticias/salud/perdonar-salud-mental-ciencia