Hablar de violencia sexual puede ser difícil, aún más cuando la víctima o conocidos de la misma, siguen en proceso de posible negación o evasión. Es por esto que te compartimos algunos indicadores para que puedas detectar si estás minimizando tu abuso sexual o el de alguna persona conocida, así como qué podrías hacer para lograr avanzar, sanar y dejar de ignorar el elefante rosa en la habitación.
Cabe mencionar que el siguiente listado se acompaña de una falta de seguimiento profesional con respecto a la atención de la violencia sexual. Algunas señales de minimización o negación ante el abuso sexual son:
- No te sientes cómoda o cómodo hablando sobre el abuso sexual.
- Culpas a la víctima en lugar de al abusador o abusadora creyendo que “no es tan malo” si la persona sobrevive al abuso.
- Piensas que el abuso sexual es algo normal.
- No quieres hablar sobre castigos o consecuencias hacia el abusador/a.
- Ignoras las señales y los patrones del comportamiento del abusador/a.
- No deseas aprender sobre el abuso y cómo prevenirlo.
- Piensas que el abuso sexual solo sucede a ciertas personas y en ciertos ámbitos (como personas en situación de pobreza, lo cual es completamente un mito).
- Rechazas reconocer las diversas características sobre el abuso sexual y sus consecuencias.
- No crees que el abuso sexual pueda tener repercusiones físicas o psicológicas.
- Tratas de minimizar a las víctimas (o a ti misma/o) hablando como si el abuso nunca hubiera ocurrido.
Ojo, que no quieras hablar sobre abuso sexual debido a tu propia experiencia es completamente normal, la sanidad se encuentra en el trabajo psicológico, físico y hasta espiritual que estés siguiendo para lograr avanzar. Pero si no has trabajado el trauma y búsqueda de empoderamiento y además notas algunas características de los puntos mencionados: estás minimizando o evadiendo tu abuso sexual.
Algunas frases que podríamos encontrar en el discurso son:
- “Si ya pasó para qué detenerme en algo del pasado”
- “Es que a mi me gustaba, eso me genera culpa pero como me agradaba la sensación por eso no creo que sea abuso”
- “Esque esa persona tenía muchos problemas, por eso hizo lo que hizo”
- “Pues tengo que convivir con él/ella porque somos familiares”
- O simplemente decidir no contarle nada a nadie aunque haya pasado tiempo.
Sanar la violencia sexual se ve y es diferente para cada persona, la forma de lograrlo y descubrirlo es atenderte de manera profesional: atención psicológica con especialistas en el tema, grupos de apoyo y atención médica de ser necesario (cada quién necesita lo que necesita y eso también está ok).
Estrategias que suelen trabajarse en el ámbito psicoterapéutico:
- Atender las emociones que surgieron a raíz del abuso sexual.
- Realizar análisis y actividades para fomento del empoderamiento
- Realizar procesos de expresión artística o creativa.
- Identificar aspectos cotidianos que requieren atención o disciplina.
- Tomar conciencia de limitantes y qué se requiere para superarlos.
- Establecer límites sanos (o a veces no tan sanos).
- Trabajar la resiliencia para lograr avanzar.
¿Cómo atender el tema del abuso sexual desde las empresas?
Una buena estrategia es contar con un protocolo de atención. Esto consiste en tener una guía de procedimiento ante cualquier caso de violencia sexual o acoso laboral. De igual forma, imperial políticas de no tolerancia hacia la violencia laboral, esto se logra implementando medidas tales como:
- Presentar sanciones por el incumplimiento del protocolo aplicado.
- La participación de una persona externa a la empresa que verifique y certifique los resultados del caso reportado y, lo más importante: dar un servicio de atención y asesoría a la víctima que incluya apoyo profesional y emocional. También es necesario integrar el seguimiento de atención psicológica y supervisión del victimario/a para garantizar la no repetición.Esto nos ayuda a no minimizar el abuso sexual y a que la víctima sienta que no está sola y que hay una ruta de solución.
- Otra forma de prevenir el abuso sexual en el ámbito profesional es educar a los y las empleadas a identificar las señales de abuso y saber cómo lidiar con ellas. Esto lo pueden hacer algunos talleres, sesiones o charlas sobre el tema para facilitar la identificación de los mismos. Esto da al empleado/a las herramientas necesarias para detectar un posible abuso o acoso sexual.
- Además, buscar colaboraciones con ONG´s y grupos apoyo a víctimas de violencia sexual puede ser una forma de proveer información y usarlos como mecanismos de denuncia. Estos mecanismos ofrecen mayor seguridad y una forma de recibir recursos que ofrezcan ayuda a quienes han sido víctimas de violencia de género, reiterando que la prevención también se logra por medio de la enseñanza en: respeto, consentimiento, relacion saludables y equilibradas entre hombres y mujeres.
En conclusión, recordemos que la violencia no define a nadie, o al menos no debería ser así. Para sanar el abuso sexual es fundamental no seguir minimizando la experiencia propia o el de otras personas, porque aparte de ser ineficaz a la hora de prevenir posibles abusos, este discurso lo que hace es deslegitimar la experiencia de la/o víctima/o.
Comencemos por transformar el miedo en fortaleza.
